Nos tomamos un poco a risa las endorfinas, el sentirse bien con uno mismo a partir del cuidado óptimo del cuerpo, del ejercicio moderado y de una dieta saludable, porque parece que la explicación es química simplemente y no le damos la importancia, casi hacemos mofa de esto. Sin embargo, sabemos que tenemos un esqueleto y que gracias a esto nos podemos sostener. Y aquí, probablemente al ser algo tangible, ya no hacemos mofa de que tenemos que cuidar las articulaciones, nuestra postura… o lo que sea, porque nos tiene que durar toda la vida. Esta es la diferencia. El poder ver y tocar lo inmediato frente a lo que requiere de mirar un poco más allá.
Por ejemplo salir a andar cuatro veces por semana nos empezará reportando beneficios como pérdida de peso, aumento de los niveles de energía, mejora cardiovascular, mejora en los hábitos de sueño, una mejor imagen de uno mismo… Además nos libera de tensiones e incluso, mirando muy a la larga, aumenta la longevidad.
Andar, galopar, andar. Prefiero andar. Un ejercicio que va unido al aire libre, y que puede llevarnos a contemplar bonitos paisajes. Andar va muy unido también a la observación del entorno, porque es un ejercicio moderado en intensidad pero también en velocidad. Da tiempo a mirar. También da tiempo a hablar. Caminar mejora la comunicación con los demás (e incluso con uno mismo), porque quita las prisas y las ansiedades a las que a veces estamos sometidos, así como quita de nuestras narices pantallas y demás fauna que secuestra nuestra atención. Presto atención, luego existo.
Uno de los grandes andariegos del siglo pasado fue Miguel Delibes. Es conocido también su gusto por la naturaleza. Andaba un par de horas al día. Una por la mañana por el campo, donde se fijaba en el paso de las estaciones y sus paisajes variables; y otra por la tarde en la ciudad, donde callejeaba antes de dar una conferencia o asistir a un concierto o al cine. En sus propias palabras: “Aunque parezca paradójico, el paseo aventa las fatigas de la jornada, limpia los pulmones, entona los músculos y le deja a uno en condiciones de afrontar cualquier quehacer.”