Estos beneficios que nos deja el Kakebo no son por arte de magia, sino que son consecuencia del hecho de plantearnos a final de mes si no habremos gastado demasiado en, por ejemplo, ropa o cenas. Conozco a una persona que suele gastar más de lo recomendable en cultura, pero no suele ser la norma. Los ingresos están relacionados con la cantidad de tiempo libre, pero lo están más directamente los “beneficios”, el resultante de los ingresos menos los gastos. Un gasto lógico y acorde a nuestro nivel real de ingresos es lo que nos permite el disfrute de una vida equilibrada.
En realidad el Kakebo cumple la misma función que podría hacer una simple hoja de Excel en la que tuviéramos la constancia de apuntar nuestros gastos diariamente. Es una forma de entender día a día en qué se nos va el dinero. El hecho de pasar a escrito los tickets y facturas es un pequeño acto de reflexión y de tomar conciencia de los mismos. Pasa con nuestras emociones y también con nuestra economía. Es una forma de valorar si nos vale la pena o no el próximo gasto que vamos a hacer. No se trata de gastar menos en principio, sino de aclarar en qué se gasta uno el dinero, diaria, semanal y anualmente, cuestión que puede parecer fácil pero de la que poca gente es consciente. Y una vez aclarado este punto, decidir.
Lourdes Carmona