Downshifting, cómo trabajar menos y disfrutar más la vida

Si te preguntaran: ¿Qué prefieres, más tiempo libre o vacaciones pagadas? Esta pregunta se hizo en una universidad americana en los años 90, y la respuesta mayoritaria fue: Más tiempo libre. Pero tal vez la pregunta tendría que ser revisitada continuamente, porque, ¿qué prefieres ganar más o vivir mejor? ¿Vivir mejor no sería dedicar más tiempo a cuidar de tu salud? ¿Vivir mejor no sería también pasar más tiempo con los tuyos?

Es lógico, ¿de qué te sirve lo que consigues trabajando si no te quedan tiempo ni fuerzas para disfrutarlo?

Pues en esta idea se basa el Downshifting, cuyo traducción es Bajar de marcha.Como pasar de ir en quinta por la autopista, muy revolucionado el motor y chupando gasolina, a bajar a cuarta y coger una carretera secundaria, disfrutando del paisaje y economizando, a la vez que relajándonos un poco.

Esta es una idea muy antigua, los primeros que la registraron en forma escrita fueron los griegos. Epícteto, filósofo estoico: «El valor que damos al dinero, al status y a la competencia envenena nuestras relaciones personales. La vida feliz será imposible mientras no simplifiquemos nuestros hábitos y no moderemos nuestros deseos.»

Ya en la actualidad el Downshifting está relacionado con el movimiento Slow, y al final lo que buscan estas corrientes es aliviar el estrés y disfrutar más del tiempo libre, de uno mismo y de las relaciones personales. Entre los métodos para bajar de ritmo que se proponen desde este movimiento están los siguientes:

  • Cancelar todas las tarjetas de crédito menos una, reservándola para las emergencias.
  • Tener una sola cuenta bancaria y pagar siempre en efectivo.
  • Llevar al día una libreta de gastos.
  • Hacer por uno mismo las reparaciones del hogar.
  • Renunciar al coche o comprar uno de segunda mano.
  • Usar el transporte público o compartir el vehículo con los compañeros de trabajo.
  • Vivir lo más cerca del trabajo, de forma que se pueda comer en casa e ir y venir andando.
  • Organizarse el trabajo para hacer 30 horas o cuatro días por semana,
  • Dejar de fumar.
  • Perder peso.
  • Reducir el estrés todo lo que se pueda.
  • No llevar reloj si uno no lo necesita.
  • Hacerse socio de la biblioteca para no tener que comprar, en lo posible, libros ni revistas.
  • Salir de compras sólo cuando sea necesario, y comparar los precios con otras tiendas.
  • Comprar ropa y muebles de segunda mano.
  • En general renunciar a gastos superfluos.
  • Veranear en un camping mientras se alquila la casa propia.

Dibujo

Uno de sus principales valedores es el escritor John J. Drake. En español se puede encontrar su libro en la editorial Paidós, con el nombre «Vivir más, trabajar menos». El título original me parece más acertado, «How to work less and enjoy life more», que viene a ser Cómo trabajar menos y disfrutar más la vida.

En el libro explicaba que esta simplicidad voluntaria tiene la finalidad de redescubrir lo verdaderamente valioso de la vida para recuperar el contacto con la felicidad perdida.

Drake propone trabajar para cubrir las necesidades reales, desenmascarando las que no lo son.

¿Cómo hacerlo? Dedicando tiempo y espacio para cuidar de la salud, de las relaciones personales con amigos y familia, de la alimentación, del descanso físico y mental.

Dedicando ese tiempo y energía en actividades creativas, constructivas, que aporten beneficios a uno mismo, pero también a los demás y al entorno.

Todo esto es muy interesante pero a la vez muy teórico. Te propongo un pequeño experimento, algo que cualquiera de nosotros puede hacer fácilmente. Trata de hacer uno de tus recorridos diarios a una velocidad mucho menor de la acostumbrada. Por ejemplo, si vas en coche al trabajo o al gimnasio, o en bici a dar un paseo o comprar el pan, baja un 20% tu velocidad. Si vas a 100 prueba a ir a 80. Si vas a 20 km/h con la bici prueba a ir a 16 km/h. Luego fíjate en cómo reacciona tu mente y tu cuerpo. Imagina ahora que pudieras reducir la velocidad en otras áreas de tu vida, hasta en la más pequeña que nunca te habrías parado a pensar. ¿Te imaginas qué beneficios puedes llegar a obtener?

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