La primera vez que suspendí una evaluación fue en primero de B.U.P., recuerdo contárselo a mi tutora y su respuesta fue: » un suspenso en la vida de un estudiante, equivale a una flor en una maceta, que sosa sería esa planta sin ella». No daba crédito a su respuesta, reconozco que fue un alivio momentáneo al ver que no resultaba ser tan grave. Me importaba y mucho la reacción de mis padres. Lo encajaron con tranquilidad, confiaron en mis posibilidades de mejora. Respiré hondo, empezaba la cuenta atrás, para remontar antes de la segunda evaluación.
Fue un asunto de adaptación, acababa de entrar en el instituto y me costó hacerme al ritmo frenético de horas lectivas. Era como si de repente se esperase de mi un comportamiento pre-universitario, con capacidad para decidir si quería pelarme las clases o cumplir al 200% con mis responsabilidades de «adulto» con libertad. Nadie me había explicado qué me encontraría en mi instituto.
Por ello, dedico una píldora en LPD. En ocasiones, los suspensos ejercen mucha ansiedad en niños y adolescentes, además de sus familias. Aquí unas pautas que espero os sirvan, volad alto!
Nuevas oportunidades de mejora, nuevos retos personales:
-Transmite tranquilidad a tus hijos, confía en sus capacidades.
-Escucha qué les importa y el porqué de su bajo rendimiento.
-Haz, al menos una comida al día con ellos. Si por horarios de trabajo no es posible, el momento en el que coincidáis en casa busca la ocasión para tomar un refresco o un té y que prime la calidad de vuestro tiempo. No es el momento de reprimendas, es cuando conversáis y os escucháis.
• Planea una comida en casa a la semana, cocinad juntos. Id a la compra y que suponga explorar nuevas recetas, si es posible haced la compra juntos ese día.
• Establecer vínculos afectivos, recuérdales porqué les adoras y que admiras de ellos. Abrázales.
• Planead una salida juntos a la semana. Cine, teatro, librería, playa o montaña. Compartid aficiones o quizás ver alguna película en casa o serie familiar, por las noches antes de ir a dormir.
• En caso de niños con padres separados, es importante que mantengan los mismos hábitos de sueño y horarios en ambos hogares.
Y si hoy no ha sido un buen día, mañana saldrá el sol.